En la última misa de los novendiales en sufragio del Papa, el cardenal Dominique Mamberti, Protodiácono del Colegio Cardenalicio, destacó la incansable fidelidad del Papa Francisco en la promoción de la adoración.
Durante su homilía, el cardenal subrayó la importancia de redescubrir la adoración como un elemento central en la vida de la Iglesia, alineándose con el deseo del Papa de revitalizar la espiritualidad y el culto en la comunidad católica. Mamberti enfatizó que la adoración no es solo un acto de devoción personal, sino un pilar fundamental para la renovación espiritual de la Iglesia. Instó a los fieles a profundizar en su relación con Dios a través de la adoración, siguiendo el ejemplo del Papa Francisco, con el objetivo de fortalecer la fe y la unidad entre los católicos, promoviendo una vivencia más auténtica y comprometida del Evangelio.
En la última misa de los novendiales en sufragio del Papa, el Protodiácono del Colegio Cardenalicio, el cardenal Dominique Mamberti, destacó la fidelidad incansable del Papa Francisco en la promoción de la adoración. Durante su homilía, el cardenal Mamberti subrayó la importancia de redescubrir la adoración como un elemento central en la vida de la Iglesia. Este llamado se alinea con el fuerte deseo del Papa Francisco de revitalizar la espiritualidad y el culto en la comunidad católica.
El cardenal Mamberti enfatizó que la adoración no es solo un acto de devoción personal, sino un pilar fundamental para la renovación espiritual de la Iglesia. En sus palabras, instó a los fieles a profundizar en su relación con Dios a través de la adoración, siguiendo el ejemplo del Papa Francisco. Este enfoque busca fortalecer la fe y la unidad entre los católicos, promoviendo una vivencia más auténtica y comprometida del Evangelio.
Durante la ceremonia, el cardenal Mamberti también recordó el legado del Papa Francisco en su incansable labor por acercar a los fieles a una experiencia más profunda de la fe. Subrayó que la adoración es un medio privilegiado para alcanzar este objetivo, permitiendo a los creyentes experimentar la presencia de Dios de manera más intensa. Este mensaje resuena con la visión pastoral del Papa, quien ha insistido en la necesidad de una Iglesia más cercana y acogedora.
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