El Papa Francisco está mostrando una mejora constante en su estado de salud mientras se recupera en la Casa Santa Marta, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede el martes 8 de abril de 2025.
El Pontífice, quien ha estado bajo tratamiento médico, responde positivamente y su recuperación avanza conforme a lo esperado por los profesionales de la salud. Aunque no se han divulgado detalles específicos sobre la dolencia que lo afecta, el portavoz del Vaticano aseguró que su estado de salud general es bueno. El Papa está siendo sometido a un seguimiento médico riguroso para garantizar una recuperación completa y sin complicaciones. Durante este tiempo, ha mantenido contacto limitado con sus colaboradores más cercanos y continúa recibiendo informes sobre los asuntos urgentes de la Iglesia, mientras se espera que retome sus actividades habituales una vez que su salud lo permita.
El Papa sigue mostrando una mejora constante en su estado de salud mientras se recupera en la Casa Santa Marta, según ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede. En el informe presentado este martes 8 de abril de 2025, se ha destacado que el Pontífice está respondiendo positivamente al tratamiento médico prescrito y que su recuperación avanza conforme a lo esperado por los profesionales de la salud que le atienden.
El portavoz del Vaticano ha subrayado que el Papa está siendo sometido a un seguimiento médico riguroso para asegurar que su recuperación sea completa y sin complicaciones. Aunque no se han dado detalles específicos sobre la naturaleza de la dolencia que afecta al líder de la Iglesia Católica, se ha asegurado que su estado de salud general es bueno y que continúa cumpliendo con las recomendaciones médicas para su pronta mejoría.
La Casa Santa Marta, residencia habitual del Papa, ha sido equipada con los recursos necesarios para facilitar su recuperación. El Pontífice ha mantenido un contacto limitado con sus colaboradores más cercanos y sigue recibiendo informes sobre los asuntos más urgentes de la Iglesia. Se espera que el Papa retome sus actividades habituales una vez que su salud lo permita, aunque por el momento no se ha establecido una fecha concreta para su regreso a la plena actividad pública.
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