La parroquia de Santa Cruz en Madrid presentó el cartel del Viernes Santo, una obra del pintor nicaragüense José Ricardo González del Alba.
El evento tuvo lugar recientemente en el templo, donde se reveló la pieza que representa al Santísimo Cristo de la Vida Eterna y a María Santísima de los Siete Dolores, figuras veneradas en la parroquia. González del Alba explicó que su obra evoca "La Piedad" de Miguel Ángel, destacando el simbolismo del sacrificio redentor y la compasión maternal. En el corazón de la Virgen se refleja la fachada de la parroquia, simbolizando la Iglesia como hogar de la Madre. La imagen invita a los fieles a participar activamente en la historia de la salvación y el misterio pascual, recordando que el Viernes Santo precede a la Resurrección. El autor expresó su deseo de que la obra inspire conversión y renovación en la fe cristiana.
La parroquia de Santa Cruz en Madrid presentó el cartel del Viernes Santo, obra del pintor nicaragüense José Ricardo González del Alba. La pieza representa al Santísimo Cristo de la Vida Eterna y a María Santísima de los Siete Dolores, figuras veneradas en el templo. Durante la presentación, González del Alba destacó la representación de la Virgen Dolorosa sosteniendo el cuerpo de Jesús, evocando la obra "La Piedad" de Miguel Ángel, y subrayó el simbolismo del sacrificio redentor y la compasión maternal.
El autor subrayó que en el corazón de la Virgen se refleja la fachada de la parroquia, un detalle que simboliza la Iglesia como el hogar de la Madre, donde su amor se ofrece a todos. José Ricardo González del Alba planteó una reflexión sobre la sociedad actual, que a menudo ignora el sufrimiento y la redención. La imagen invita a los fieles a involucrarse en la historia de la salvación, recordando que María acoge a todos en su amor y ofrece refugio en la fe.
El cartel no solo busca la devoción, sino que invita a los fieles a adentrarse en el misterio pascual. González del Alba enfatizó que el Viernes Santo no es la última palabra, sino el preludio de la Resurrección. María, en su dolor, también sostiene la esperanza de la Resurrección. La obra desafía a los creyentes a no ser meros espectadores, sino a participar activamente en el camino de la fe, depositando sus sufrimientos y esperanzas en el regazo de María.
El autor expresó su deseo de que la imagen no sea vista como estática, sino como un reflejo del amor divino y del sacrificio extremo de Cristo. González del Alba desea que la Virgen Dolorosa enseñe a los fieles a abrazar el misterio de la cruz con la esperanza de la Resurrección. Finalmente, el artista anhela que esta Semana Santa sea un tiempo de conversión y renovación en el amor de Cristo para todos los creyentes.
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