Más de 900 hermanas de 75 países se han reunido en Roma del 5 al 9 de mayo para participar en un encuentro internacional organizado por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).
Bajo el lema "La vida consagrada, una esperanza que transforma", el evento busca reflexionar sobre el papel de la vida consagrada en un mundo en constante cambio. Las religiosas, provenientes de diversas congregaciones, comparten experiencias y fortalecen su compromiso con los valores evangélicos, abordando temas como la justicia social, la paz y el cuidado de la creación, en sintonía con las enseñanzas del Papa Francisco. La reunión culminará con una misa de clausura en la Basílica de San Pedro, subrayando la importancia de la vida consagrada como testimonio de fe y esperanza.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAMás de 900 hermanas provenientes de 75 países se han congregado en Roma del 5 al 9 de mayo para participar en un encuentro internacional bajo el lema "La vida consagrada, una esperanza que transforma". Este evento, que reúne a religiosas de diversas congregaciones, busca reflexionar sobre el papel de la vida consagrada en un mundo en constante cambio. La reunión se centra en compartir experiencias y fortalecer el compromiso con los valores evangélicos en la sociedad actual.
El encuentro, organizado por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), se lleva a cabo en un contexto de desafíos globales, donde las religiosas buscan ser agentes de cambio y esperanza. Durante las jornadas, se abordan temas como la justicia social, la paz y el cuidado de la creación, en línea con las enseñanzas del Papa Francisco. Las participantes comparten sus experiencias en sus respectivos países, destacando la importancia de la colaboración y el diálogo interreligioso.
En el marco de este evento, se han programado diversas conferencias y talleres que permiten a las asistentes profundizar en cuestiones clave para la vida consagrada. Entre los ponentes se encuentran teólogos y líderes religiosos que ofrecen su perspectiva sobre cómo las hermanas pueden seguir siendo una luz en sus comunidades. La hermana Jolanta Kafka, presidenta de la UISG, ha destacado la relevancia de este encuentro para "renovar el compromiso con la misión evangelizadora".
La reunión también ofrece un espacio para el intercambio cultural, donde las religiosas pueden compartir sus tradiciones y prácticas espirituales. Este aspecto es fundamental para fomentar la unidad y el entendimiento mutuo entre las diferentes congregaciones. Las participantes han expresado su entusiasmo por la oportunidad de aprender unas de otras y de fortalecer los lazos de fraternidad que las unen en su vocación común.
El evento culminará con una misa de clausura en la Basílica de San Pedro, donde las hermanas renovarán sus votos y su compromiso con la misión de la Iglesia. Este acto simbólico subraya la importancia de la vida consagrada como un testimonio vivo de fe y esperanza en el mundo. La reunión en Roma representa un momento significativo para las religiosas, reafirmando su papel como portadoras de esperanza en tiempos de cambio.
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