Durante el 98 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Fuensanta, en Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes entregó al Cabildo de la Catedral sus signos episcopales: el anillo, la cruz pectoral de oro y el báculo de plata.
Este gesto simbólico, realizado tras cumplir 75 años, refleja su agradecimiento por el ministerio recibido y su deseo de envejecer desprendiéndose de lo material. La cruz pectoral adornará a la patrona murciana en su romería de regreso a Algezares, simbolizando la devoción y legado espiritual del obispo hacia la comunidad.
Durante la celebración del aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Fuensanta, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, entregó al Cabildo de la Catedral los signos episcopales de su ordenación: el anillo y la cruz pectoral de oro, y el báculo de plata. En sus palabras, el obispo expresó: «Pongo a los pies de la Fuensanta lo que su Hijo me confió, esta responsabilidad de llamarme a un ministerio que me ha superado siempre».
Mons. Lorca Planes cumplió 75 años en octubre, edad en la que los obispos presentan su renuncia al Papa. Mientras no se acepte su renuncia o se nombre un nuevo obispo para la Diócesis de Cartagena, continuará ejerciendo su ministerio. Sin embargo, decidió realizar este gesto simbólico. «Con motivo de la jubilación, por cumplir la edad canónica, es mi voluntad dar gracias a Dios por haberme llamado a un servicio tan especial», afirmó el obispo.
En la misma celebración, Mons. Lorca manifestó su deseo de saber envejecer y desprenderse de las cosas materiales: «Yo encomiendo a nuestra Señora toda mi vida y le pido que me ayude en este tiempo para saber ir dejando cosas; lo mismo que le pido al Señor cada día que me enseñe a envejecer». Este acto se enmarca en el 98 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Fuensanta.
La imagen de la patrona de la capital murciana lucirá la cruz pectoral del obispo en la romería de regreso a su santuario en Algezares, que se celebrará tras la misa de las 7:00 horas en la Catedral. Este gesto simboliza la entrega y devoción del obispo hacia la Virgen de la Fuensanta, reforzando su vínculo con la comunidad y su legado espiritual en la diócesis.
Escribir un comentario