En un reciente encuentro con el Colegio Cardenalicio, el Papa León XIII explicó la elección de su nombre pontificio, inspirado en el pontífice del siglo XIX conocido por su encíclica "Rerum Novarum".
Este documento marcó un hito en la doctrina social de la Iglesia, defendiendo la dignidad humana y la justicia social. El actual Papa subrayó la relevancia de estos valores en el contexto contemporáneo, reafirmando su compromiso con la promoción de una sociedad más justa y equitativa. Destacó que su elección de nombre refleja su deseo de seguir los pasos de un pontífice que dejó una huella indeleble en la historia de la Iglesia.
En un encuentro reciente con los miembros del Colegio Cardenalicio, el Papa León XIII explicó la elección de su nombre pontificio, destacando su inspiración en el pontífice homónimo del siglo XIX. León XIII, conocido por su encíclica Rerum Novarum, fue un firme defensor de la dignidad humana, la justicia social y los derechos laborales. El actual Papa subrayó la relevancia de estos valores en el contexto contemporáneo, reafirmando su compromiso con la promoción de una sociedad más justa y equitativa.
La encíclica Rerum Novarum, publicada en 1891, marcó un hito en la doctrina social de la Iglesia, abordando las condiciones de los trabajadores y la necesidad de reformas sociales. El Papa León XIII del siglo XIX abogó por la cooperación entre clases y la intervención estatal en la economía para proteger a los más vulnerables. El actual Papa, al adoptar su nombre, busca continuar esta tradición de defensa de los derechos humanos y la justicia social, adaptándola a los desafíos del siglo XXI.
Durante el encuentro, el Papa destacó que la elección de su nombre no fue casual, sino un reflejo de su deseo de seguir los pasos de un pontífice que dejó una huella indeleble en la historia de la Iglesia. "Tomé mi nombre por León XIII quien afrontó la defensa de la dignidad, la justicia y el trabajo", afirmó. Esta declaración resuena en un momento en que la Iglesia busca respuestas a las desigualdades globales y a las crisis sociales que afectan a millones de personas en todo el mundo.
El Papa también hizo hincapié en la importancia de la doctrina social de la Iglesia como guía para la acción pastoral y social. Enfatizó que los principios de justicia, solidaridad y subsidiariedad deben ser aplicados en todas las esferas de la vida, desde la política hasta la economía. "La Iglesia tiene un papel crucial en la promoción de un mundo más justo", señaló, instando a los cardenales a trabajar juntos para llevar adelante esta misión en sus respectivas diócesis y comunidades.
El encuentro con el Colegio Cardenalicio fue una oportunidad para reflexionar sobre el legado de León XIII y su impacto duradero en la Iglesia y la sociedad. El Papa concluyó su intervención recordando que la misión de la Iglesia es ser un faro de esperanza y justicia en el mundo, siguiendo el ejemplo de sus predecesores y adaptándose a las necesidades de cada época. Con su elección de nombre, el Papa reafirma su compromiso con estos ideales y su determinación de liderar la Iglesia hacia un futuro de paz y equidad.
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