La catedral de Santa María la Real de la Almudena en Madrid acogió una solemne Eucaristía en honor a la Virgen de Fátima, presidida por el obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez.
Celebrada el 13 de mayo, en el marco de la festividad litúrgica de Nuestra Señora de Fátima, la misa fue organizada por los Heraldos del Evangelio bajo el lema ‘Ven a alabar a la Virgen de Fátima’. En el contexto del Año Santo, José Alberto Rugeles destacó la importancia de rezar por el nuevo Papa y recordó las promesas de la Virgen, subrayando que su Inmaculado Corazón triunfará, lo cual es fuente de esperanza para la conversión y el crecimiento en la fe.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONALa catedral de Santa María la Real de la Almudena en Madrid fue el escenario de una solemne Eucaristía en honor a la Virgen de Fátima, presidida por el obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez. Esta celebración, que tuvo lugar el jueves 13 de mayo, se enmarcó en la festividad litúrgica de Nuestra Señora de Fátima, bajo el lema ‘Ven a alabar a la Virgen de Fátima’. El evento fue organizado por los Heraldos del Evangelio.
En el contexto del Año Santo, la celebración estuvo marcada por la virtud de la misericordia y la esperanza, según explicó José Alberto Rugeles de los Heraldos del Evangelio. Rugeles destacó la importancia de rezar especialmente por el nuevo Papa durante este tiempo. La misa fue una oportunidad para que los fieles renovaran su fe y su compromiso con la Iglesia, en un ambiente de recogimiento y devoción.
José Alberto Rugeles recordó las promesas de la Virgen de Fátima, subrayando que su Inmaculado Corazón triunfará, lo cual es fuente de esperanza para la auténtica conversión y el crecimiento en la fe y el amor a los hermanos. Además, citó las palabras del papa Francisco en su Carta Encíclica ‘Dilexit Nos’: «nada que valga la pena se construye sin el corazón». Estas palabras resonaron entre los asistentes como una llamada a vivir con autenticidad y entrega.
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