El pasado jueves, en el marco de la fiesta de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, la Iglesia Católica anunció la elección del nuevo Papa, el número 267 en su historia.
La fumata blanca confirmó la elección del Eminentísimo y Reverendísimo Señor Robert Francis Cardenal de la Santa Romana Iglesia Prevost, quien ha adoptado el nombre de León XIV. En su primer mensaje como Sumo Pontífice, León XIV destacó la importancia del amor divino, afirmando que "Dios ama a todos y el mal no prevalecerá". Su elección llega en un momento crucial para la Iglesia, que busca reafirmar su misión evangelizadora y su compromiso con los más necesitados. León XIV, oriundo de Estados Unidos, es conocido por su enfoque pastoral y su dedicación al diálogo interreligioso.
El pasado jueves 8 de mayo, en el marco de la fiesta de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, se anunció la elección del nuevo Papa, el número 267 en la historia de la Iglesia. La fumata blanca, visible alrededor de las 18:08 horas, confirmó la elección del Eminentísimo y Reverendísimo Señor Robert Francis Cardenal de la Santa Romana Iglesia Prevost, quien ha adoptado el nombre de León XIV.
En su primer mensaje como Sumo Pontífice, León XIV subrayó la importancia del amor divino, afirmando que "Dios ama a todos y el mal no prevalecerá". Estas palabras resuenan con fuerza en un mundo que enfrenta numerosos desafíos, recordando a los fieles la centralidad del amor y la esperanza en la doctrina cristiana. El nuevo Papa ha sido recibido con entusiasmo por la comunidad católica, que espera con interés las directrices de su pontificado.
La elección de León XIV se produce en un momento crucial para la Iglesia, que busca reafirmar su misión evangelizadora y su compromiso con los más necesitados. El nuevo Papa, conocido por su enfoque pastoral y su dedicación al diálogo interreligioso, promete continuar el legado de sus predecesores, promoviendo la paz y la justicia social. Su elección ha sido vista como un signo de continuidad y renovación dentro de la Iglesia.
León XIV, oriundo de Estados Unidos, ha servido en diversas capacidades dentro de la Iglesia, destacándose por su habilidad para construir puentes entre diferentes comunidades. Su experiencia y liderazgo son considerados activos valiosos para guiar a la Iglesia en tiempos de cambio. Los fieles de todo el mundo se unen en oración por su pontificado, confiando en que su liderazgo será una fuente de inspiración y fortaleza para la Iglesia universal.
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