El Seminario Mayor San Fulgencio de Murcia celebró el pasado sábado la tradicional fiesta de su patrona, Santa María Reina de los Corazones, conocida como la Señora.
En este significativo evento, los seminaristas de primer año, entre ellos Juan José Martínez Mendoza y Jesús Hernández Navarro, se consagraron a la Virgen María. La ceremonia, que incluyó la Eucaristía y la imposición de medallas, culminó con la introducción de los nombres de los nuevos consagrados en el colgante de la imagen de la Señora, perpetuando una tradición centenaria. El rector, Jesús Sánchez, destacó la emotividad del acto, que simboliza el compromiso de los seminaristas con su vocación sacerdotal.
El Seminario Mayor San Fulgencio de Murcia celebró el pasado sábado la tradicional fiesta de su patrona, Santa María Reina de los Corazones, conocida como la Señora. Este evento, que se realiza el primer sábado de mayo desde 1911, es un momento significativo para los seminaristas de primer año, quienes se consagran a la Virgen María. En esta ocasión, los nombres de los nuevos seminaristas fueron guardados en el colgante en forma de corazón de la imagen de la Señora, perpetuando una tradición centenaria.
Los seminaristas que se consagraron este año son Juan José Martínez Mendoza, Jesús Hernández Navarro, Pablo Daniel Cutillas Gonzálvez, Alejandro Bermejo Sarabia, Ramón García Zueco y Juan Carlos Gil Otón, todos ellos del Seminario Mayor San Fulgencio. También participaron Javier Mateos Panalés y Kevin Camilo Caro Moya, del Seminario Redemptoris Mater. La ceremonia contó con la presencia de familiares, amigos, seminaristas y sacerdotes, quienes renovaron su consagración a la Virgen.
La jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía en la capilla del seminario. Tras la homilía, se llevó a cabo la oración de consagración, seguida por la imposición de medallas. Un momento destacado fue cuando el seminarista más joven introdujo un papel con los nombres de los consagrados en el corazón de la imagen de la Señora, donde se guardan los nombres de todos los consagrados desde hace más de un siglo.
El rector del Seminario Mayor San Fulgencio, Jesús Sánchez, subrayó la importancia de este gesto, describiéndolo como «un momento muy emotivo, porque los seminaristas quedan en ese corazón de la Virgen para siempre, junto a una historia de sacerdotes y personas que quisieron responder a la voluntad del Señor en este camino del sacerdocio». Este acto simboliza el compromiso y la entrega de los seminaristas en su vocación sacerdotal.
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