Sí, lo leyeron bien. No es clickbait, ni una exageración piadosa. Si se están filtrando detalles del cónclave —votaciones, preferencias, alianzas— entonces hay alguien que ha roto un juramento sagrado. Y eso, en la Iglesia de Cristo, tiene nombre y pena: excomunión latae sententiae. No hace falta juicio, ni notificación. La excomunión cae como un rayo divino sobre el que traiciona la conciencia de la Iglesia reunida ante Dios.